Javier Franco TOPPER

4 de diciembre de 2014

Relatos de fotos aire-aire, cuarta entrada: Volamos sin puertas


Apenas unos días después del 20 de julio de 2013, el Ejército Nacional celebraba su día el 7 de agosto. Para ello se preparó una actividad que tendría lugar en Medellín y en la cual participaría la División de Aviación Asalto Aéreo DAVAA con 14 helicópteros: dos Mi-17-1V, dos Mi-17-V5, tres Sikorsky S70i, un Sikorsky UH-60L, tres Bell UH-1N y tres Bell UH-1H Huey II.

Gracias a la gestión con la DAVAA llegué al aeropuerto Olaya Herrera, base central de toda la operación, para coordinar la actividad. Junto a mí estuvo el Teniente Chaparro de la División, quién también haría imágenes. Inicialmente aprovechamos la mañana para hacer tomas aéreas de los helicópteros estacionados. Varios estaban en el aeropuerto, otros más en terrenos colindantes a él y los más pesados, los Mi-17, estaban en el Batallón de Ingenieros Pedro Nel Ospina de Bello.
Una foto poco común que aproveché de tomar también.
Nuestra aeronave base fue un Bell  206L-3 LongRanger III, el HK-4397 (c/n: 51210) operando para Heliservice. Inicialmente sobrevolamos la ciudad y tomamos las fotos a través de las ventanas azules del helicóptero, y de la pequeña abertura con que cuenta en la ventana. Hicimos un sobrevuelo por el centro y regresamos al aeropuerto. Después de otro vuelo con otros fotógrafos, nos dispusimos a almorzar y prepararnos para la tarde.

Minutos después llegaron mis buenos compañeros de Webinfomil. Todos entramos al salón donde se hizo el briefing de las tripulaciones y controladores. Entendido todo lo concerniente a formaciones, velocidades, alturas, distancias y puntos de referencia, y ya con un panorama más amplio de lo que serían los vuelos, coordinamos quiénes irían en cuáles aeronaves. Mi intención inicial era abordar uno de los helicópteros que fuera en la parte posterior de la formación, con el fin de tener otras aeronaves hacia los lados y de frente. La idea de ir en el Bell 206 civil no me llamaba mucho la atención por el tema de las ventanas azules, y de lo restringido que era usar la pequeña abertura disponible, que ya había experimentado.

El HK-4397.
Nos repartieron en las aeronaves y a mí me tocó precisamente el Bell 206, así que nos dirigimos a la plataforma para abordar. Cuál no sería mi sorpresa cuando me enteré que el Bell 206 iría con las puertas desmontadas para permitir una mejor visibilidad. Así las cosas, me puse el chaleco reflectivo, aseguré todos los elementos que quedaban sueltos, me equipé con lo estrictamente necesario, el Teniente y yo nos pusimos los arneses, escuchamos la charla de seguridad, ubicamos los cuchillos a la mano en caso de tener que cortar los cinturones en una emergencia, y nos dispusimos a despegar.

A las 4:10 de la tarde comenzó la actividad que nos llevó por varias pasadas sobre la ciudad. Desde el Bell 206 tuvimos a la formación casi siempre a la izquierda, en el lado en el que yo iba. Algunas maniobras nos pusieron atrás de la misma y otras del lado contrario, aprovechando para hacer un par de fotos del grueso de helicópteros sobrevolando Medellín. Al final de las pasadas, se desprendieron el Mi-17 EJC-3375 “Libertad 1” junto con dos S70i, a los cuales seguimos por unos minutos, antes de aterrizar luego de una hora en el aire.




Foto de Roberto García, el HK-4497 sin puertas, llegando al Olaya Herrera. El chaleco reflectivo me delata.

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